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Muchos de los que viven en apartamentos en la ciudad de Nueva York saben lo que es estar a merced de un propietario. El propietario puede dictar todo, desde cuándo se encenderá la calefacción durante todo el año hasta los colores de las paredes de su apartamento. Si bien esto puede resultar molesto, la verdad es que, en muchos de estos casos, el propietario tiene el derecho legal de establecer ciertas políticas y regulaciones. Sin embargo, cuando un arrendador hace algo (o no lo hace correctamente) y usted o su familia se lesionan como resultado de ello, hay casos en los que es posible que pueda entablar una demanda.
Tomemos, por ejemplo, un quemadura por agua caliente en la ducha. Si la quemadura se debió a que la temperatura de un calentador de agua caliente estaba muy alta, puede haber motivos para emprender acciones legales contra el propietario.
Según el Departamento de Salud del Estado de Nueva York, los calentadores de agua no se pueden configurar a más de 120 grados Fahrenheit. Es importante recordar este número porque cualquier temperatura superior a esta temperatura puede provocar quemaduras, especialmente en los niños, que tienden a tener una piel aún más sensible que la de los adultos.
Sin embargo, a pesar de que la temperatura es algo que se supone que debe estar regulado, todavía hay muchos casos en los que los propietarios negligentes no ajustan el calentador de agua a la temperatura correcta.
Sin embargo, por supuesto, la negligencia del propietario no es la única causa de que el agua esté demasiado caliente. También hay casos en los que el propio calentador de agua está defectuoso o en los que la empresa responsable del mantenimiento y la reparación de la unidad comete un error que provoca quemaduras.
Dado que hay una serie de escenarios que podrían provocar lesiones por quemaduras causadas por un calentador de agua caliente, se recomienda a quienes sufran lesiones por escaldadura que se comuniquen con un abogado de Sakkas, Cahn & Weiss, LLP para hablar más sobre su caso específico.


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